Las joyas con perlas desde la época de los romanos hasta la actualidad han sido catalogadas como piedras preciosas, ideales para confeccionar pendientes, anillos, collares o pulseras.
Son símbolo de estatus y sofisticación… Irresistibles para los amantes de la joyería de alta gama.
Si te causan admiración debes conocer algunos detalles sobre ellas para que al momento de comprar o vender perlas lo hagas como todo un experto.
¿Vas a comprar joyas con perlas?… Asegúrate que sean auténticas
Cuando hablamos de auténticas o reales en este grupo podemos encontrar dos tipos:
Perlas naturales
En la actualidad son una rareza por su dificultad de obtención, ya que solo alrededor del 10 o 12% de las ostras contienen perlas y además hay que correr con la suerte que tengan la calidad apropiada.
Perlas cultivadas
También son totalmente auténticas a pesar de la intervención de la mano del hombre en su cultivo quien a través de un implante o injerto induce a la formación de las gemas en la ostra.
Por el contrario, las perlas falsas son aquellas que han sido creadas totalmente por el hombre, normalmente tienen la tendencia a escamarse o variar su coloración con el tiempo.
Pero hay que reconocer que existen imitaciones de perlas bastante cercanas a las auténticas y es por ello que debes tener “ojo clínico” para poder identificarlas.
5 claves para identificar joya
1. Las irregularidades es buena señal
Aunque se traten de perlas auténticas cultivadas es bastante difícil que estas gemas no presenten imperfecciones, de hecho, si notas que la perla es extremadamente perfecta ¡es una señal!
Podría tratarse de una joya con perlas falsas…
2. El tacto otro indicador de autenticidad
Las perlas reales normalmente son ligeramente rugosas y ásperas al tacto, las falsas suelen ser completamente lisas.
Generalmente al frotarla contra tus dientes la sensación de contacto es levemente arenosa.
3. La temperatura de tu perla
Normalmente las perlas originales son frías al tacto, pero al cabo de poco tiempo se calientan con el contacto, las falsas demoran más tiempo en variar su temperatura.
4. El peso de la pieza
Las perlas auténticas son más pesadas si las comparas con una falsa de tamaño similar podrás sentir su diferencia.
5. Frotar las perlas
Si frotas dos perlas auténticas se genera cierta fricción gracias a sus irregularidades, las falsas suelen ser mucho más lisas y se deslizaran con mayor facilidad.
Existen otros métodos básicos como mirar los agujeros en caso de tratarse de un collar, normalmente las perlas falsas presentan agujeros más grandes.
Es posible que cerca del agujero las perlas falsas muestren algún tipo de escarificación o perdida de color.
Todos estos métodos para identificar perlas falsas son un poco imprecisos, si bien es cierto que podrían llevarte a reconocer una imitación con respecto a una real.
Debes considerar que la industria de la piratería es muy habilidosa, siendo capaces de recrear perlas de imitación bastante similares a las reales.
Tu mejor opción es acudir a expertos quienes cuentan no solo con la experiencia, sino con los equipos apropiados para verificar la autenticidad de tus perlas.
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